Hasta Rayar
Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta rayar el alba.

¿La caída de los dioses?

La sala estaba llena de dioses; dioses por siglos envejecidos, deteriorados, magullados, tullidos o mutilados . Ya no tenían adoradores, sólo amodorrados observadores que todavía se inclinaban (en el mejor de los casos) no por reverencia, sino para leer la letra incrustada en sus placas que indicaban asuntos tan terrenales como procedencias y cronologías.

¿Y qué decir de aquellas descocadas diosas del libertinaje de antaño? Convertidas ahora en figuras resquebrajadas con decrépitas caras y deformes bustos. Regias damas, en su día aclamadas, se hallaban hoy confinadas en austeras vitrinas de cristal con rostros contorsionados.

Al salir del museo, uno podía pensar que todas aquellas mitologías habían sucumbido, que esos dioses y diosas eran resquicios del pasado, que su tiempo había acabado. ¡Claro!, porque hoy ya no se secularizan mitos y ya no pueden señalarse a sus dignos sucesores: idolatrados mientras pasean por alfombras rojas, exaltados en los escenarios, reverenciados desde las gradas, magnetizados a través de las cámaras, seguidos a través de las redes y perseguidos para quienes las tejen. La devoción se retribuye por elogio o por imitación, en estilo o en estética.

¡Y nadie pone sobre el altar otros dioses más sagrados! : dioses esforzados que confieren títulos, dioses ambiciosos que otorgan cargos, dioses proclamados para que condesciendan a finales de mes. Tótems que tributan, o perezosos semidioses que habitan en cajas fuerte u otros más temerarios que se revisten con banda magnética para obrar milagros. Amazonas ceñidas al cuerpo y demás complementos de firmas extasiantes. O dioses impresos en tarjetas de embarque. Y multiformes dioses de diseño; dioses extraplanos aunque repletos de circuitos integrados, dioses con cilindros con acabados cromados, dioses que se encienden con mando a distancia, dioses virtuales. O dioses que se ingieren, que se beben, que se fuman, que esclavizan, que separan, que devastan, dioses demenciales… dioses que no podrían entrar en un museo.

Al parecer aquellos dioses de nombres exóticos que me encontré expuestos en aquel museo habían sido honrados por mentalidades supersticiosas. ¿Qué mentalidad va en pos de los actuales para apartarnos del que algún día será el único Dios y único será su nombre ( Zac 14:9b )?

7 respuestas to “¿La caída de los dioses?”

  1. Magnífica manera de poner por encima de todas las divinidades inventadas por el hombre, al Único y Verdadero… al Eterno y Sublime… al Soberano y Majestuoso Dios.

    Gracias por esa exquisitez de palabras, por esa frescura que das al alma sedienta… por tan maravillosa expresión poética.

    Carlos Marulanda

  2. A mí me parece todo lo contrario. No veo ni la frescura, ni la expresión poética. Me parece extraordinariamente pedante. El alma sedienta necesita luz pero así no llega. He leído el mismo artículo en protestante digital, no entiendo como publican algo así.
    En una cosa estamos de acuerdo que hay un sólo Dios, que es Soberano y Majestuoso.

    • He llegado por casualidad a este escrito y a este blog un tanto complejo.
      En esta sociedad todos tenemos dioses y vivimos esclavizados por alguno de los que señalas, aunque faltan muchos más. Me gustaria saber ¿cuál es el tuyo?, el del autor del blog.
      ¿Qué mentalidad va en pos de los actuales para apartarnos de Dios?

  3. Esa pregunta es tan buena como indiscreta!
    Supongo que no esperarás una respuesta sencilla en un blog complejo 😉
    En realidad, creo que he ido (y voy en ocasiones) en pos de la mayoría de los dioses que menciono, y como dices, hay muchos más, que algunos me atraerán e incluso, sin ser consciente de ello.
    Pero también puedo decir que sólo por la misericordia de Dios no me ha dejado a merced de la tiranía de cualquiera de ellos (si el Hijo os libertare…)
    Mientras tanto (y reconociéndo que ellos también estan ahí y me distraen o apartan de Dios) solo puedo decirle (como el salmista): «en medio de los dioses te alabaré»
    No sé si esperabas más concreción , pero ¿por qué suponías que era uno? Gracias por tu percepción…

  4. Gracias por lo de buena pregunta, pero esperaba una respuesta sencilla, clara y directa, apesar de la indiscrección. (Cuando estemos en la presencia de Dios no habrá preguntas indiscretas ni respuestas complejas)
    Todos vamos detrás de los dioses que mencionas (y los que faltan) en mayor o menor medida, pero siempre hay uno que es nuestro «calvario», el que nos «esclaviza» (de ahí la suposición) y nos hace olvidar al único Dios y más en los tiempos comvulsos que vivimos.
    Esta también era una pregunta, ¿Qué mentalidad va en pos de los actuales para apartarnos de Dios? Antes era la superstición, ¿y ahora?, ¿que piensas?

    Por la foto es el Louvre..¿o es para despistar?
    En líneas generales el blog me parece complejo, no este artículo.

  5. Sé que la claridad no es una de mis virtudes y también sé que no hago mucho por ejercitarla… por eso diré que creo que puede ser (relativamente) sencillo focalizar y enfrentarse al dios que considemos peor de todos. Porque hay dioses que ya se ven feos desde lejos y apenas miran de disumularlo. Pero hay otros que se enmascaran e incluso se nos presentan con buena apariencia. Con voluntad, puedo llegar a vencer al que me parezca más nocivo y encima sentirme autosuficiente, pero necesito luz y perspectiva de lo Alto para poder distinguir a todos los que se nos presentan en «los tiempos convulsos que vivimos».

    Sobre la pregunta: ¿Qué mentalidad va en pos de los actuales para apartarnos de Dios? lo que puedo decir es que después de una visita a un museo de arqueología (la foto del louvre la pusieron los editores de P+D), al salir, pensé en los dioses que veneraban en la antiguedad y en los que se aprecian en la actualidad. Creo q la mentalidad de la antigüedad no era tan diferente de la actual, porque se siguen buscando las mismas cosas: salud, seguridad, bienestar, comodidad, apariencia, placer. Antes, la superstición (aunque aún en la actualidad hay mucha) les hacía confiar en un trozo de piedra: hoy confian en otras cosas, otros dioses «multiformes» para conseguir los mismos fines.

    De todas formas, esa pregunta es la que dejo yo para la reflexión… ¿qué piensas tú?

    • Si sabes que la claridad no es una de tus virtudes y que no la ejercitas, en tu mano esta cambiar (es nuestro deber, responsabilidad como cristianos mejorar en nuestras carencias, más cuando sabemos que están ahí y somos
      conscientes de ello. Debemos buscar la excelencia en todo).

      Hablas de focalizar y enfrentarse al dios que consideremos peor de todos (por tus palabras vuelvo a presuponer que es sólo uno en tu caso, eres un privilegiado), ¿podría estar representado en personas, o sólo cosas materiales?. Bajo
      tu punto de vista, ¿cuáles son los que se enmascaran e incluso pueden presentar buena apariencia?, y ¿cómo logras enfrentarte a ellos?, ¿cómo evades?
      Nuestro gran problema radica en sentirnos autosuficientes, está claro que solo con la ayuda de Dios podemos vencer a esos dioses que nos rodean y nos separan del Altísimo (cada día más). El diablo es astuto, sabe nuestras debilidades, carencias y como atacarnos..(complementos de firmas extasiantes, los que se revisten con banda magnética, dioses extraplanos,……Que Dios nos oriente a enfrentarnos de forma inteligente ante las nuevas situaciones.

      Estoy de acuerdo contigo que la mentalidad de la antigüedad poco difiere de la actual, buscamos todo lo que has comentado, salud, bienestar (comodidad), etc…., pero por encima de todo buscamos una cosa…ser felices, por eso nos refugiamos en esos dioses, (hoy día lo tenemos todo, pero nos falta lo más importante…la felicidad. ¿Te sientes feliz?

      En lugar de avanzar en una sociedad desarrollada como la nuestra estamos retrocediendo a unos pasos agigantados, que dan miedo y vértigo. Todos andamos como locos por conocer el futuro, que nos va a deparar la vida (la
      superstición ha ido creciendo a la vez que sube la barrera de la crisis económica, social y estructural), y olvidamos el presente. Hoy es más fácil creer en un trozo de piedra, cartón, metal..(para eso si que hay que tener fé), .que creer en el único Dios verdadero, el único que nos ama sin reservas y que nos da lo más valioso que tenemos.
      Nos pasamos la vida queriendo crecer rápido, sentirnos mayores, autosuficientes, para después desear ser niños (evitar problemas y no calentarnos la cabeza). Nos
      falta «orden» en nuestra vida (no somos conscientes que hay espacio para casi todo, eso sí, sin quitar hueco a las cosas que realmente son importantes!). Desperdiciamos la salud para hacer dinero y luego perdemos el dinero para recuperar la salud, que paradoja…(se podría aplicar a
      otras áreas de la vida).
      Lo más valioso de la vida no es lo que tenemos, sino a quien tenemos (familia y amigos /amigos y familia) ¿Cuáles son las lecciones de vida que debemos aprender?

      Me ha parecido muy bueno el símil y el artículo. Al menos, me ha hecho reflexionar (vivimos con tanta prisa que nos olvidamos de ello). Debemos meditar todos, vivimos en la sociedad del consumo, del caos (sobre todo de cara a Navidad), las familias no llegan a fin de mes, pasan
      penurias, no tiene lo más básico, la comida; aún así, volveremos a ejercitar el «derecho» consumista.Nuestra vida está vacía, sin orden, es un caos…pero Dios nos habla, para que haya luz. Él sabe cuáles son nuestras carencias y necesidades. Sólo hay que escuchar su voz. Por cierto, a tí
      ¿cómo te habla?, ¿percibes su presencia?, ¿cuándo y cómo sabes que algo viene de Dios?, los cristianos solemos decir que Dios abre y cierra puertas…utilizamos su nombre con mucha facilidad….pero, en la mayoría de ocasiones somos nosotros mismos los que abrimos y cerramos puertas y
      decimos…esto viene de Dios, es su voluntad….

      Nuestro corazón puede recibir al huésped más grande de todos los huéspedes, pero si nuestro espíritu no tiene la capacidad de percibir, atender, reconocer, apreciar, sentir, escuchar, observar, descubrir, deleitarse…..será el gran ausente !

      La primera vez que leí el art, me vino a la mente este pasaje de la Biblia…1 Ti 6:7-8

      Esta tarde me fijaba en los árboles y me hacía varias preguntas….Se podan cuando llega el tiempo para que se hagan fuertes, reverdezcan con nuevas hojas y den fruto…Si yo fuera a tu árbol, ¿que fruto encontraría?

      A través de uno de los post ví que se publicó también en Protestante Digital, de ahí lo de la foto.

      Y fuera de todo esto, reflexionando….¿Cuáles son los grandes retos a los que nos enfrentamos en el S.XXI?


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